Genética Ganadera. ¿Qué hacer trás el F1?

Genética Ganadera. ¿Qué hacer trás el F1?

12/09/2018 Desactivado Por Geotermiaybiomasa

I. INTRODUCCIÓN

El F1, se denomina al producto del cruce de dos razas puras, tiene una composición genética de 50% de la raza del padre y un 50% de la raza de la madre.

El F1 es imbatible en producción, pero producir F1 y hacer con ellos cruces terminales basados en el argumento de la reducción de producción que ocurre en la siguiente generación (de terneros Fisones, Alberes, Aubrac, Branor, Corse, etc…por ejemplo), no es el sistema más adecuado para utilizar en Europa; el objetivo del presente artículo es argumentar esta posición y mostrar varias alternativas de cruzamiento después del F1.

II. OBJETIVO DE LOS CRUZAMIENTOS

Los cruzamientos ganaderos se hacen con dos objetivos principales:

  1. Aumentar la producción que se obtiene con el vigor híbrido o heterosis, generado por los cruzamientos. Este aumento puede ser pequeño para cada característica, pero los incrementos son acumulativos y por tanto,  en producción total el impacto es grande. Es importante recordar que el vigor híbrido se obtiene con la inversión de pocos insumos adicionales por lo tanto tiene un apreciable beneficio/costo.
  2. Complementar las características deseables de dos o más razas, como es la resistencia del cebú, con la producción de carne y/o leche de las razas europeas como el Frisón y/o la fertilidad del criollo.
  3. El cruzamiento puede buscar al menos otros dos objetivos:
  • Adaptar los genotipos a  nuevas condiciones socioeconómicas o medioambientales, por ejemplo: si se genera una demanda por carne de calidad, que no tenga el genotipo local o se incrementa considerablemente la demanda por leche.
  • Aumentar la variabilidad genética. De esta depende el progreso genético y las posibilidades de adaptación de la población a los cambios en el ambiente y/o en los gustos del consumidor. La selección reduce la variabilidad y en las poblaciones pequeñas se debe cuidar de no aumentar considerablemente la  consanguinidad que reduce la producción y especialmente la reproducción, mientras el cruzamiento  aumenta la variabilidad y la producción.

1. VIGOR HÍBRIDO GENERADO EN LOS DIFERENTES CRUCES

En el cuadro 1 se muestra como se comporta el vigor híbrido de la progenie y de la madre en diferentes sistemas de cruzamientos.

Cuadro 1. Esquema de aparición de heterosis en apareamientos entre dos razas. Molinuevo  (2004).

Nota: el cálculo de la heterosis retenida supone que toda esta se debe a dominancia y sobredominancia. R se refiere a retrocruza.

Del cuadro 1 se sacan las siguientes conclusiones:

  1. El apareamiento  de padre puro con madre pura de la misma raza, no genera vigor híbrido ni individual, ni materno.
  2. La producción de progenie F1 genera 100% de heterosis individual, pero 0% de heterosis materna.
  3. La utilización de la hembra F1 en cruce inter se, para producir F2 o en retrocruza, hacia cualquiera de las razas maternas, genera el 50% de la heterosis individual, pero la vaca F1 aporta el 100% de la heterosis materna.
  4. La retrocruza, utilizando toro F1 y vaca pura, aporta el 50% de la heterosis individual, pero no aporta heterosis materna.
  5. Las generaciones futuras de cruce inter se, siguen aportando el 50% de la heterosis individual y paterna (siempre y cuando, no se haga selección).
  6. Como se puede observar, ningún cruce es perfecto, porque ninguno aporta 100% de heterosis individual y materna

Para elaborar el cuadro 2, se tomaron datos reales de la heterosis producida en cruces entre dos razas europeas; en cruces entre razas cebuínas y europeas, la heterosis esperada sería mínimo el doble, pero se guardan las proporciones.

Cuadro 2. Manifestación de heterosis con 2 razas de origen y posterior utilización de reproductores a partir de la población fundacional sin selección genética. (Molinuevo, 2004).

Del cuadro 2 se deduce que la mayor heterosis ocurre en la primera generación de cruce entre F1 para producir F2, mayor que en la producción de F1. 

En heterosis total, la producción de F1 sólo supera ligeramente a las futuras generaciones inter se,  (10% vs. 9% en el cruce entre razas europeas).

2. SOSTENIBILIDAD DE LOS CRUZAMIENTOS

La producción de F1 como cruce terminal, es decir, con la destinación del 100% de las crías hembra y macho para matadero, requiere el mantenimiento de un hato puro, que como se mostró, no genera heterosis y por tanto, la heterosis global del sistema se reduce significativamente.

La proporción de vientres puros que se pueden destinar en un hato a la producción de F1, depende básicamente de la eficiencia reproductiva del hato; si la natalidad es 80% por año, se podrán destinar alrededor de la mitad de los vientres a este programa, pero si es del 60%, sólo se podrán destinar la tercera parte de dichos vientres y si es del 40%, prácticamente se necesitan todos los vientres como reemplazo en el hato puro y el programa de hibridación no es viable.

En la producción de F1, es recomendable que las mejores novillas de reemplazo se destinen al hato puro.

Como se mencionó, ningún cruzamiento es perfecto. Una cualidad buscada en los cruzamientos, es que produzcan sus propias hembras de reemplazo y prácticamente todos las producen, con la excepción del F1 como cruce terminal.

El F2, procedente de dos F1 de las mismas razas, pierde el 50% de la heterosis individual y tiene el inconveniente de segregar o parecerse más a uno de los padres, saliendo frecuentemente animales desadaptados.

La retrocruza, que puede terminar en cruce alterno, tiene el inconveniente de generar diferentes genotipos en las diferentes generaciones.

Una alternativa de cruzamiento es la utilización de toros F1 de diferente composición racial sobre las hembras F1 y rotarlos en las siguientes generaciones, programa que tiene las siguientes ventajas:

  • Se beneficia de complementar las características favorables de más de dos razas, pero se debe buscar que estas nuevas razas aporten algo diferente a lo que ya se tiene con las dos razas que formaron el F1, como sería por ejemplo, introducir el criollo para que aporte eficiencia reproductiva o una raza europea que aporte musculatura o calidad de carne.
  • Conserva mayor proporción de la heterosis individual, el 75% para 4 razas si están en igual proporción, en contraste con 50% del F2. Aunque entre más razas se involucren, más vigor híbrido se retiene, generalmente por logística, no se justifica utilizar más de 4 razas.
  • Este es un sistema práctico, donde algunos productores que tienen hatos elite se dedicarían a producir diferentes F1 para los hatos comerciales, que se beneficiarían de no tener que manejar toros europeos puros, ni requerirán necesariamente de programas de inseminación artificial.

III. CONCLUSIONES

A. El ganado comercial, que debería ser la mayoría conviene que sea híbrido, porque estos producen más que los puros y se adecuan mejor a las condiciones ambientales y  al mercado.

B. El F1 es imbatible en producción, pero enviar la progenie de la F1 a matadero, tanto hembras como machos, no se justifica en un país como Colombia, que quiere aumentar su hato bovino, máxime cuando existen sistemas de cruzamientos de terneros autosostenibles que generan las hembras de reemplazo requeridas y conservan una apreciable proporción del vigor híbrido.

Conviene perder el miedo a hacer cruzamientos, pero cruzamientos ordenados acompañados de selección, como lo hace el DP de Venezuela, donde han aprendido a beneficiarse de utilizar toros cruzados y sacar provecho del  vigor híbrido.

El ganado puro, que debería ser una minoría, se requiere para hacer los cruzamientos y se debería contar con la mayor cantidad posible de razas puras y cuidar de mantener la variabilidad en ellas para poder adaptar la población a los cambios del ambiente y del consumidor.

Entre las razas a tener en cuenta se debe incluir las razas criollas, frisonas y foráneas, que están en vía de extinción y que pueden aportar al menos en características como fertilidad, calidad de carne y leche, además de habilidad para pastar en los humedales.